Para una limpieza rutinaria y eficaz de nuestros azulejos, bastará con fregarlos con agua caliente y una gotas de amoníaco.
Si han perdido su brillo, para devolverles el brillo, los frotaremos con un trapo empapado con unas gotas de alcohol de quemar.
Otra manera también es frotarlos con un trapo de algodón en una mezcla a partes iguales de agua tibia con amoniaco o alcohol de quemar.
Finalmente los secamos con un paño seco de algodón.
¡Gracias Ana H!
Leave a Reply
XHTML: You can use these tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>