Masa de rosquillas de anís:

• 375 gramos de harina de todo uso
• 1 huevo
• 75 gramos de azúcar
• 100 mililitros de licor de anís
• 60 mililitros de aceite de oliva
• 80 mililitros de leche entera
• 8 gramos de levadura de panadero seca
• media naranja (la ralladura)
• 1 pizca de sal
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• Para el glaseado:
• 100 gramos de azúcar glas para decorar
• 4 cucharadas soperas de limón o naranja (jugo)

PREPARACION

Monta el huevo con el azúcar hasta lograr una consistencia esponjosa.

Prepara una bandejas o fuente con papel parafinado (de horno). Si no posees engrasa la fuente. Reserva.

Agrega los ingredientes líquidos: la leche , el aceite y el licor de anís. Remueve muy bien la preparación hasta incorporar por completo.

Truco: Si no tienes a mano licor de anís puedes preparar una infusión de anís, el resultado casi es el mismo.

Añade la ralladura de naranja y continúa removiendo. Una vez integrada, reserva.

También puede usar la ralladura de un limón o combinar ambas, será una combinación muy aromática y refrescante.

Por otra parte, tamiza los ingredientes secos: la harina, la sal y la levadura. Mezcla muy bien hasta que se integren por completo.

¡Es el momento de unir los ingredientes secos con los ingredientes líquidos! Agrega la harina mezclada a los líquidos muy lentamente. Remueve con una cucharada de madera hasta que ya no puedas remover. Procura que la masa de las rosquillas de anís caseras quede compacta y sin grumos.

¡Es hora de trabajar! Agrega poca harina en la encimera. Coloca la masa y trabaja hasta lograr una textura muy lisa y que no se pegue a la mesa. De lo contrario debes agregar más harina pero hazlo con cautela, poco a poco hasta lograr la consistencia adecuada. Excederte con la harina afectará la textura final de las rosquillas de anís al horno.

Amasa una bola, colócala dentro de un bol y cúbrela. Déjala reposar durante 20 minutos. Recuerda previamente espolvorear harina en el bol.

Pasado el tiempo de reposo, saca la bola de masa y colócala de nuevo en la encimera. Trabaja de nuevo la masa por unos minutos.

Precalienta el horno a a 180ºC.

Corta la bola en pequeños trozos de masa. La cantidad varia según el tamaño que le proporciones a los trozos.

Crea pequeñas bolas con los trozos de masa de rosquillas de anís.

Coloca las bolas encima de la bandeja o fuente reservada, acomodadas con suficiente espacio de separación entre ellas, así no se pegarán las rosquillas al horno esponjosas al crecer. Mete el dedo en el centro de cada bola y dale forma.

Procura que el hoyo del centro sea grande.

Hornea las rosquillas de anís al horno a 180 grados durante aproximadamente 20 o 25 minutos o hasta que se vean algo doradas. Pasado el tiempo, saca la bandeja del horno y espolvorea las rosquillas con azúcar glas.

La preparación es muy simple: 4 cucharadas de zumo de limón mezcladas con 100 gramos de azúcar impalpable y… ¡a degustar!

Truco: El glaseado es opcional.Recuerda que mientras estén aún calientes (tibias-calientes) el azúcar impalpable se pegará con mayor facilidad.